El terror.
En el acabado vacío del tiempo que tomamos para nosotros. En el borde del abismo que construimos DE ACERO Y CONCRETO yace la carne, la nuestra y la de todos los que somos la vida nacida en este planeta. Hoy hemos navegado en las playas del inconmensurable océano del Universo y gracias a nuestra radical forma de pensar, de ser y de conocernos cada día mas; y con ello a todo lo que nos rodea. La humanidad hoy pierde una esencia que la mantenía unida a pesar de la distancia -finita- de la Tierra, del planeta que nos vio nacer. Una esencia emanada del fuego y su poder; emanó en forma de ciencia y a sus creaciones las llamamos artefactos, sobre los que montamos a rodar, volar y a traspasar los fríos valles interplanetarios; que nos permitieron abrir la tierra y talar los bosques, para comer en abundancia, protegidos de la lluvia y el sol en nuestros cómodos hogares. Artefactos impulsados por el fuego. Incansables e jamas satisfechos.
En la vasta y absoluta riqueza que jamas nos dio jamas, el planeta cae ante la humanidad que lo devora, rasguña y corta para saciar una infinita hambre por el poder y el conocimiento. En el limite del abismo donde solo la muerte eterna nos espera, peleamos desesperados, unos para ganar la mejor tierra, para tener el agua. Otros se aíslan y pelean con si mismos en los intrincados laberintos de la memoria y el saber, escondidos y solitarios entre gigantescos instrumentos que los ayudan a romper y componer los mas finos polvos, hechos de partículas tan inimaginablemente pequeñas; cada vez mas y en cantidades que simplemente lo llenan todo, pero que entre ellas hay tal separación como los planetas lo están entre si. Otros; y otros y otros mas, con miedo e incertidumbre, aplastados por la violencia cotidiana. Marcados por el látigo y el hambre, la pobreza y el miedo son el dogma; el terror: su perro y salvaje guardián. Monstruo endemoniado que rematas el espíritu con la carne desmembrada del congénere; del padre o la madre, del hijo y la hija, del hermano o la hermana.
El terror regresa, palmo a palmo da nalgadas en los traseros desnudos de la humanidad. 7000 millones de ellos esparcidos por todo el mundo; comiendo, cagando y cogiendo desde los siglos de los siglos antes de nosotros. Condenados por nuestra rutina que nos ahoga pero sin la que no podemos concebir la existencia. Matamos por desgano y por diversión. Matamos el ave, el perro o el ratón; aplastamos la cucaracha y la serpiente. Tiramos el árbol para alimentar el ganado. Matando morimos, por que en la muerte hay regeneración; hay esperanza de un mundo diferente, mejor y mas abundante: infinito.
http://es.wikipedia.org/wiki/Singularidad_tecnológica
http://es.wikipedia.org/wiki/Superinteligencia
http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/2/la-inteligencia-artificial-hacia-donde-nos-lleva
https://news.google.com.mx/news/section?pz=1&cf=all&topic=w&siidp=969abf1a137c6504af7f04a9f0a424da772c&ict=ln