jueves, 22 de mayo de 2014
¡Guerra!
War: el grito que desata la furia. La ineluctable y disidente ambición humana nos marca el camino a seguir. Uno lleno de destrucción mutua y del recurso que nos mantiene vivos. Muy poco hacemos para cambiar y levantar la basura que dejamos tras nosotros. Un rastro de suciedad y destrucción que aloja cierto y pequeño refugio donde nos sentamos a habitar en decenas de millones de nosotros.
Los gigantes quieren pelear. No pueden hacer otra cosa. Su grandeza los obliga a llevar la guerra donde antes hubo paz. Reflejan el espíritu de una época cruel y en vorágine, donde los complementos de la vida son flashazos breves que iluminan la mente del mas desvalido, para hacerle creer que su vida es mas que una simple mezcla de agua y minerales. El ritmo de su pasado los avienta sin piedad a los brazos de la muerte ardiente; entre bombas y esquierlas. Gigantes humeantes que pelean sobre las colinas suaves de este mundo que, aunque sucio y polvoriento, aún es bello.
http://aristeguinoticias.com/2105/mundo/principe-carlos-de-inglaterra-habria-comparado-a-putin-con-hitler/
http://mexico.cnn.com/mundo/2014/05/21/rusia-y-china-se-alian-para-el-suministro-de-gas
http://www.reuters.com/article/2014/05/06/us-usa-russia-asiapac-idUSBREA4501M20140506
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/127928-rusia-glonass-cuba
http://noticieros.televisa.com/mundo/1405/militares-tailanda-dan-golpe-estado/
lunes, 19 de mayo de 2014
Apagar el interruptor.
¿Para que quiero ser inteligente, poderoso e invencible. Para que debo poseer talentos? La vida en este Planeta no es fácil, si la comparamos con otros en la inmediatez, pero dada su grandísima permanencia y adaptación constante a los breves -pero magníficos- cambios que da mientras gira alrededor del Sol, parece florecer sin la menor resistencia y a la menor provocación. La vida se abre paso por entre los mas oscuros y extraños recovecos de esta Tierra, que aunque decimos "nuestra" no significa que así lo sea. Compartimos el Mundo con millones de otras especies. Todas tan diferentes entre si; tan extrañas unas con otras como lo son para nosotros. Todas herederas de cualidades (ej. volar, nadar; no tener ojos o piernas y un largo e inacabable etcétera) que las hacen únicas y muchas veces irrepetibles. La vida ocurre a cada momento, en cada lugar al que miremos. Maravillosa y simple, brota, surge y resuella en infinito coro celestial. Los humanos, fruto excelso de esa creación, hemos elevado nuestra voz por sobre tal -y poderoso- coro. Cantamos orgullosos nuestra cacofonía. Una mezcla de sonidos que salen de nuestras bocas, de nuestras manos; de las bocas de las chimeneas y tubos de escape, de las toberas y las hélices. Chillan desde las cuchillas de la moto-sierra; desde las hogueras ardientes que alimentan los dínamos que nos dan la luz en medio de la oscuridad. Ruge desde las llantas al rodar sobre el asfalto pulido, sobre la tierra seca; elevando el polvo que se añade a la mezcla, junto con la luz y la transformación de la materia; haciendo que el coro no suene como orquesta o sinfónica, como obra de teatro o de cine, sino que suene , toque y se vea hasta el mismo final del Universo. Somo poderosos e invencibles. Una voz poderosa que derriba bosques y conquista desiertos. Un grito titánico que doblegó un Planeta; todo bajo el yugo de nuestra bota. El humano, soberbio y sin miedo, se atrevió -y lo logro- a conquistar su mundo. Jamas se detuvo a pensar que conquistar es matar y destruir; es ensuciarlo todo, llenarlo de hollín. Tampoco reparó en que esa conquista trae implícita la destrucción del humano mismo que nació en este mundo que es, apenas, una pequeña burbuja de suave aire presurizado sostenida por la gravedad y girando para siempre alrededor de una estrella de medio rango, llamada Sol.
Pero eso es lo que pasó. Hoy, el mundo humano se regocija de haber transformado el carbón en oro y vive sin culpa sobre las suaves colinas de este mundo. Lejos están los días en que temíamos al lobo o a la tormenta. Solo quedan los recuerdos en las mentes de los mas ancianos que hablan de sus propios abuelos, describiéndolos como criaturas tímidas y precavidas, que aculaban el saber de los siglos como si fueran los más valiosos tesoros. Lejos esos años en que la naturaleza guardaba los secretos para revelarlos a los pocos -afortunados o no- iluminados que se atrevieron a estar en un mal momento, o que salieron a buscar la verdad para encontrar que su explicación es tan grande como ella misma y por lo tanto: infinita e inabarcable. Lejos estamos de los Dioses y muy cerca de nosotros mismos: los humanos. Un conjunto de polvos; mezclados con agua y calentados ambos desde dentro gracias a la maravilla de la vida, la vida animal; que es uno de los milagros que mas cautivan de todos los fenómenos que nos rodean: Una burbuja de materiales que se agrupan y se auto-regulan, crecen y se reproducen; son libres de moverse -y quizás eso significa la vida: libertad- por la superficie del orbe sin mas guía que su interés, su hambre o su albedrío. Tan cercanos de nosotros mismos -tan juntos- por miles millones que sentimos el aliento caliente del vecino. Moviéndonos y haciendo lo que nos venga en gana con todo aquello que se nos antoje. No podemos detenernos. Hacerlo es negar que la vida no tiene limites y que la libertad debe ser sacrificada. No podemos apagar el refrigerador o los dínamos para ver como florece de nuevo lo que antes ya destruimos. No podemos apagar el auto y caminar hasta el trabajo. No podemos apagar nada. Moriremos por millones en cuanto nos decidamos a hacerlo; así que no lo haremos jamas.
¿Entonces, para que quiero ser inteligente? ¿De que me sirven los talentos?, si todo lo que toco o hago es a contratiempo del mundo. Mi humanidad me lleva a contrarrestar, a ser contrapeso, del girar de este mundo gigante. La melodía de la destrucción sueña tan bella y el acompañamiento visual es tan deleitoso. ¡Oh: La humanidad!
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/05/12/actualidad/1399919277_756639.html
http://www.iflscience.com/technology/solar-roads-could-power-entire-country
http://www.nytimes.com/interactive/2012/11/24/opinion/sunday/what-could-disappear.html?_r=0
http://www.noticias24.com/salud/noticia/21006/el-uso-intensivo-del-movil-aumenta-el-riesgo-de-sufrir-cancer-cerebral/
http://io9.com/if-bees-go-extinct-this-is-what-your-supermarket-will-513604512
http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=albedr%EDo
http://es.wikipedia.org/wiki/Dinamo_(generador_el%C3%A9ctrico)
http://mexico.cnn.com/opinion/2014/05/17/opinion-el-aumento-en-el-nivel-de-los-mares-sera-imparable
¿Para que quiero ser inteligente, poderoso e invencible. Para que debo poseer talentos? La vida en este Planeta no es fácil, si la comparamos con otros en la inmediatez, pero dada su grandísima permanencia y adaptación constante a los breves -pero magníficos- cambios que da mientras gira alrededor del Sol, parece florecer sin la menor resistencia y a la menor provocación. La vida se abre paso por entre los mas oscuros y extraños recovecos de esta Tierra, que aunque decimos "nuestra" no significa que así lo sea. Compartimos el Mundo con millones de otras especies. Todas tan diferentes entre si; tan extrañas unas con otras como lo son para nosotros. Todas herederas de cualidades (ej. volar, nadar; no tener ojos o piernas y un largo e inacabable etcétera) que las hacen únicas y muchas veces irrepetibles. La vida ocurre a cada momento, en cada lugar al que miremos. Maravillosa y simple, brota, surge y resuella en infinito coro celestial. Los humanos, fruto excelso de esa creación, hemos elevado nuestra voz por sobre tal -y poderoso- coro. Cantamos orgullosos nuestra cacofonía. Una mezcla de sonidos que salen de nuestras bocas, de nuestras manos; de las bocas de las chimeneas y tubos de escape, de las toberas y las hélices. Chillan desde las cuchillas de la moto-sierra; desde las hogueras ardientes que alimentan los dínamos que nos dan la luz en medio de la oscuridad. Ruge desde las llantas al rodar sobre el asfalto pulido, sobre la tierra seca; elevando el polvo que se añade a la mezcla, junto con la luz y la transformación de la materia; haciendo que el coro no suene como orquesta o sinfónica, como obra de teatro o de cine, sino que suene , toque y se vea hasta el mismo final del Universo. Somo poderosos e invencibles. Una voz poderosa que derriba bosques y conquista desiertos. Un grito titánico que doblegó un Planeta; todo bajo el yugo de nuestra bota. El humano, soberbio y sin miedo, se atrevió -y lo logro- a conquistar su mundo. Jamas se detuvo a pensar que conquistar es matar y destruir; es ensuciarlo todo, llenarlo de hollín. Tampoco reparó en que esa conquista trae implícita la destrucción del humano mismo que nació en este mundo que es, apenas, una pequeña burbuja de suave aire presurizado sostenida por la gravedad y girando para siempre alrededor de una estrella de medio rango, llamada Sol.
Pero eso es lo que pasó. Hoy, el mundo humano se regocija de haber transformado el carbón en oro y vive sin culpa sobre las suaves colinas de este mundo. Lejos están los días en que temíamos al lobo o a la tormenta. Solo quedan los recuerdos en las mentes de los mas ancianos que hablan de sus propios abuelos, describiéndolos como criaturas tímidas y precavidas, que aculaban el saber de los siglos como si fueran los más valiosos tesoros. Lejos esos años en que la naturaleza guardaba los secretos para revelarlos a los pocos -afortunados o no- iluminados que se atrevieron a estar en un mal momento, o que salieron a buscar la verdad para encontrar que su explicación es tan grande como ella misma y por lo tanto: infinita e inabarcable. Lejos estamos de los Dioses y muy cerca de nosotros mismos: los humanos. Un conjunto de polvos; mezclados con agua y calentados ambos desde dentro gracias a la maravilla de la vida, la vida animal; que es uno de los milagros que mas cautivan de todos los fenómenos que nos rodean: Una burbuja de materiales que se agrupan y se auto-regulan, crecen y se reproducen; son libres de moverse -y quizás eso significa la vida: libertad- por la superficie del orbe sin mas guía que su interés, su hambre o su albedrío. Tan cercanos de nosotros mismos -tan juntos- por miles millones que sentimos el aliento caliente del vecino. Moviéndonos y haciendo lo que nos venga en gana con todo aquello que se nos antoje. No podemos detenernos. Hacerlo es negar que la vida no tiene limites y que la libertad debe ser sacrificada. No podemos apagar el refrigerador o los dínamos para ver como florece de nuevo lo que antes ya destruimos. No podemos apagar el auto y caminar hasta el trabajo. No podemos apagar nada. Moriremos por millones en cuanto nos decidamos a hacerlo; así que no lo haremos jamas.
¿Entonces, para que quiero ser inteligente? ¿De que me sirven los talentos?, si todo lo que toco o hago es a contratiempo del mundo. Mi humanidad me lleva a contrarrestar, a ser contrapeso, del girar de este mundo gigante. La melodía de la destrucción sueña tan bella y el acompañamiento visual es tan deleitoso. ¡Oh: La humanidad!
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/05/12/actualidad/1399919277_756639.html
http://www.iflscience.com/technology/solar-roads-could-power-entire-country
http://www.nytimes.com/interactive/2012/11/24/opinion/sunday/what-could-disappear.html?_r=0
http://www.noticias24.com/salud/noticia/21006/el-uso-intensivo-del-movil-aumenta-el-riesgo-de-sufrir-cancer-cerebral/
http://io9.com/if-bees-go-extinct-this-is-what-your-supermarket-will-513604512
http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=albedr%EDo
http://es.wikipedia.org/wiki/Dinamo_(generador_el%C3%A9ctrico)
http://mexico.cnn.com/opinion/2014/05/17/opinion-el-aumento-en-el-nivel-de-los-mares-sera-imparable
lunes, 12 de mayo de 2014
Tic, toc...
La incógnita siempre ha estado con nosotros. Partimos desde la oscuridad hacia la luz, nacidos entre agua a través de un canal que nos deposita en un Mundo seco, hostil; calentado al rayo del sol durante milenios que ya no están, girando siempre hacia el futuro, también, milenario. La incógnita, la duda; el miedo de no saber, de la nada, nace con el humano para vestir el mundo con sentido. La forma se vuelve discurso y este a su vez, se une con la música y juntos se pierden, llevándonos entre sus brazos hacia la bóveda celeste; entre los mundos nacidos de nuestros sueños: la ciudades.
En ellas y desde hace, mas o menos, 6000 años los humanos hemos aprendido a vivir entre las realidades artificiales emanadas de nuestra -media- vida que pasamos en la in-conciencia: soñando el futuro. Desde hace sesenta siglos dejamos de vagar por estas tierras y nos quedamos, para siempre, donde nos toque nacer. Para vivir de la transformación constante de la tierra que nos rodea. Cambiando para siempre el paisaje natural -antes hostil y hosco- por formas nuevas, composiciones nacidas del corazón humano para demostrarse a si mismo la naturaleza de su existencia en este planeta. Para expulsar la vida a la que llegamos y contribuir a que la huella del ser, que todos juntos formamos, sea cada vez mas grande y mas lujoso; mas bello, mas alto y pulido. Mas es mejor, siempre.
Y aunque hoy las ciudades no son precisamente hoy un sinónimo de sedentarismo, dentro de ellas las mas inimaginables máquinas y los mas precisos artefactos nacieron para servir al humano. Maravillas que nos mueven por todo el orbe: al trabajo, a la escuela, al cultivo; nos calientan en las noches frías y refrescan en los veranos hirvientes. Junto con la civilización, en simbiosis, han creado una nueva especie, una nueva forma de vida que siente y piensa por si misma. Su mente, alimentada y construida por -hasta- millones de nosotros pide más y más, y más. Su cuerpo, hecho de acero y roca; movido por agua y alimentado por calderas que todo lo devoran, no se detiene jamas: las Ciudades nunca duermen y siempre, siempre, tienen hambre.
Pera esas, todas juntas, ya lo han comido todo. Hoy, ya no hay mas a donde ir. El futuro es un simple dulce que un niño gigante devora en segundos. La incógnita crece cada día, con forma de miedo, hambre y dolor. Acabaremos con lo poco que queda en tan solo unas décadas. Los humanos veremos morir al gigante que creamos, muriendo nosotros, al mismo tiempo, en tandas de miles. El planeta es ahora -cada año- mas hostil. Los gigantes que despertamos con nuestro fuego -el viento rugiente, el mar tormentoso; los gemelos: la tormenta polar y la tropical, el calor infernal con su manto de fuego y humo- arrasaran cada estación con lo poco que podamos reconstruir. Las glorias de nuestros abuelos perecen, abandonadas o destruidas; recuerdos en las mentes de los viejos. Recuerdos que morirán con ellos, porque todo lo que hoy sabemos del mundo ya no vive en nuestro cerebros o en lo libros, sino que su forma transmuto en energía codificada y se almacena en gabinetes olvidados. El conocimiento del mundo esta en esta red, y no aquí afuera. Cuando algo o alguien baje el interruptor quedaremos en el mas negro de los agujeros, con comida y agua para apenas pasar el día. Incapacitados en nuestra ceguera, nos sentaremos a contemplar el espectáculo de nuestra propia destrucción.
http://www.theguardian.com/environment/earth-insight/2014/mar/14/nasa-civilisation-irreversible-collapse-study-scientists
http://agenciaperiodistica.wordpress.com/2014/05/07/grupo-armado-levanta-al-diputado-olaguer-hernandez-flores-en-chilpancingo/
http://www.informador.com.mx/tecnologia/2014/526892/6/aumenta-deterioro-de-la-calidad-del-aire-en-el-mundo-oms.htm
http://www.infobae.com/2014/05/08/1562768-cuba-teme-el-regreso-del-nino-diabolico-del-clima
http://noticieros.televisa.com/economia/1405/clima-hunde-productividad-eu-primer-trimestre/
http://www.rotativo.com.mx/noticias/internacionales/290214-causan-clima-y-tensiones-politicas-volatilidad-en-mercado-alimentario/
http://io9.com/weve-finally-found-our-suns-long-lost-sister-1573952952?utm_campaign=socialflow_io9_facebook&utm_source=io9_facebook&utm_medium=socialflow
http://www.space.com/25767-nasa-mars-greenhouse-rover-plant-experiment.html?utm_content=buffere2a99&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
http://e360.yale.edu/digest/solar_shingles_made_from__common_metals_offer_cheaper_energy_option/3600/
http://noticias.univision.com/article/1949360/2014-05-11/mexico/en-michoacan-la-guerra-va-a-empezar-ahora-jose-manuel-mireles-autodefensas-desarme
jueves, 8 de mayo de 2014
El azote de los dioses.
Los Titanes gigantescos que se abalanzan cada tarde sobre mi cansado patio trasero, son seres sin alma. Sin corazón o mente. No tienen alma y tampoco piensan; parecen vivos. Y ahí es donde me detengo y pienso en si antes de ser como soy -alguien como yo, un humano-, fui como ellos. Y descubro la verdad: Mi cuerpo, hecho de agua y polvo genera, conserva y transmite, electricidad. Para finalmente apagarse -solo queda el polvo- cuando el agua se va y la electricidad no fluye mas. Como la nube, como la tromba o la gran tormenta tropical, soy yo, o fui. Seres sin alma e incomprensibles, pero poderosos; capaces de transformar -como aquellos en mi patio trasero- un Planeta.
http://www.ssd.noaa.gov/goes/east/watl/flash-rgb.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)