Ruido todo el tiempo. La oda que la nube de la destrucción crea se vuelve tormento, martillo que golpetea el alma con el desordenado tremor del caos. Ruido que no detiene su andar caótico y lleno de nada, carente de significado, de sentido. La inmediatez se vuelve confusa, las formas dejan de serlo y todo el color se diluye en chispas que llena todo con el color del sol.
El ruido desaparece, el color y la forma, se vuelve todo blanco, la nube nos revuelve en sus entrañas y nos parecemos mas a ella a cada momento que estamos dentro suyo.
Y luego, la paz, el silencio. Todo se calma y desparece la nube, el ruido. La energía de la devastación termina por acabarse y todo se detiene, se apaga. La luz se va y el negro se vuelve el todo.
No he podido hablarles, decirles lo que pienso tal y como es. Siempre ha sido en una nube de poesía que no estoy seguro que comprendan. Creo que se trata de ver el todo, un pan-óptico que, utópico, se apodera de algunas almas humanas y les obliga a ver el todo, en unidad. Creo fielmente que es el fin de una era, una en la que todos nos sentimos humanos, poderosos y aplastados, libres y en prisión. Nos creemos y somos indispensables. Hemos sido presa de todos las bondades y recipiente de todas las atrocidades. Nos volvimos un ente, miles de millones de nosotros unidos en un solo pensamiento, una lengua, un mundo. Acabamos con todo y con nosotros, en interminables guerras. Huimos de el hambre, el frio y la muerte pero al hacerlo sembramos la estela de la devastación, porque realmente no nos fuimos para ningún lado. No podemos i a ningún otro lado. El espacio, si claro. El espacio. No creo lo imaginen. Quizá todos saben que es el todo, aquello que sostiene a la Tierra y el Sol y los demás. Pero creo que pocos ponemos atención en las distancias. Lo primero: Para llegar a la luna, debemos recorrer lo mismo que casi 10 vueltas a la Tierra. Y la Luna esta relativamente muy cerca de nosotros. Usando el mismo ejemplo, para llegar a Marte, cuando esta mas cerca de nosotros, debemos hacer casi 1223 vueltas. En general, un humano no viaja el equivalente de una vuelta al mundo en su vida, bueno, si. ya que vivimos en conurbados gigantescos dentro de los que rodamos 10 o mas kilómetros por día, sumándose así en una considerable cantidad de kilómetros en una vida. Claro que esto, solo puede decirse de muy pocas personas. Durante milenios, los humanos jamas se movieron mas rápido que la velocidad que nos dio las piernas, o las de los animales de carga o la del viento, impulsando las velas de los navíos. Aunque no debemos dejar de lado a la gravedad y los innumerables records de velocidad en bajada, hechos por personas vivas y muertas, en todas las épocas y lugares del mundo donde ha existido o existe la rueda. Y he aquí es donde quiero detenerme, para reflexionar sobre lo que he dicho. Y pienso en lo que estoy tratando de decirles.
Creo que al final de cuentas, no les digo cosas que ustedes no saben ya. Porque todos vivimos la miseria de una civilización agotada, que se burla de si misma con una sádica sonrisa. Se burla de mi, de ti. Todos somos los burlados y a la vez burlones de todos los demás. Como la serpiente que se muerde la cola, la humanidad es se alcanzó a si misma y se da cuenta -nos damos cuenta- que no hay nada ni a donde ir. Estamos atrapados aquí, en nuestros cuerpos, en nuestras ciudades, cambiando la ropa y el paisaje urbano creyendo que eso es lo que estamos destinados a hacer. No podemos ver ya otra cosa que a nosotros mismos haciendo de todo. Todos montamos un gran coro y nos cantamos los unos a los otros para así acallar las voces de los que lloran en la agonía, ofrendando su cuerpo para nuestro alimento. Cantamos la oda de la civilización, con sus leyes, sus religiones, su industria. Creemos que los dioses nos hicieron como ellos pero nunca nos preguntamos si esos dioses eran buenos, o sabios. Si su conciencia y su moral era como la nuestra, o si tenían algo parecido a eso. Creemos que las leyes nos vuelven mejores, recatados y obedientes de un orden impuesto por otros humanos. Nos abandonamos al cobijo de la industria que nos alimenta, nos viste, nos cubre y nos sana. Hartos de abundancia, nos dejamos caer en las viejas y confiables manos de la ambición, el descaro, la hipocresía y el hartazgo. Todos, muchos muy juntos.
Y quiero decir esto una y otra vez hasta que juntos podamos ver lo que realmente somos y así caer en blandito, porque nadie se imagina lo que pasaría si no hubiera refrigeradores o tiendas de autoservicio. Claro que si, lo han visto siempre, lo hemos visto siempre. La sombra de un final violento siempre ha estado con nosotros, como un recordatorio de nuestros abusos, nuestra vulnerabilidad y la pequeñez de nuestras pequeñas, pero memorables, existencias. Lo sabemos, lo vemos todo el día y lo vivimos en nuestra miseria con refri e internet. Saben que es verdad, que todos, aunque sea en nuestra mas absoluta pobreza urbana o rural, hemos abusado de nuestra capacidad para engañar, atrapar y domar a otros. Muchos de ustedes, yo, compramos filetes de vaca o cerdo o pollo o pavo y pescado. Nada sabemos de las masacres y nada queremos saber, sin embargo. No podemos matar pero dejamos que la industria, manejada por otros humanos, lo haga por nosotros. Y quienes no pueden leer esto, allá en el cerro, lejos, no son menos exentos de ello al vivir de la primera industria humana: la granja. Nada nos perdona de haber creído lo que los dioses nos dijeron: "Toma la tierra, que la hice yo para ti" ¡Patrañas! Lavamos nuestras buenas conciencias en la sangre de animales, paseamos nuestros buenos cuerpos en los pastos que la tala dejo tras de si, aniquilando un bosque tras otro. No debemos creer que nuestra madre esta para darnos alimento sin fin. Es una madre y ella sabe que los hijos son prestados. Como buenos hijos, debemos hacer la reflexión sobre lo que hemos hecho con ella, con nosotros mismos sobre ella y tomar las decisiones que la dejen vivir, plena otra vez, para volver a darle hijos, nosotros, a este enorme espacio que llamamos universo y que viaja en el tiempo hacia quien sabe que destinos.