miércoles, 1 de febrero de 2012

La incertidumbre.

Mi amigo el ingeniero, hombre maduro y exitoso, me preguntaba: ¿Que tal, como va todo? "Bien" le conteste y me contesté, convenciéndome de que las cosas van bien a pesar de las evidencias.

Incertidúmbre es la palabra que define el cambio de Milenio.
Acabamos mil años que a su vez sucedieron a otros mil desde que los empezamos a contar: la era del Cristo. Estos últimos mil vieron florecer el renacimiento, la ilustración; el positivismo y el moderno mundo -gastado, eso si- que hoy nos toco poblar. mil años más se nos derraman desde el futuro amplios, como desiertos insondables; como el mar profundo: frío y oscuro. No sabemos que hay escrito para los hijos de nuestros hijos allá en el futuro. Creemos que dominamos nuestro destino, orgullosos de nosotros mismos, como dominamos al can que vive en nuestro patio. Soberbios levantamos una y otra vez las torres; alcanzamos los cielos y más, en nuestro anhelo. Hemos convertido la flama del sol en arma, la flama del dador de la vida y protector con su manto de viento solar de nosotros, habitantes del tercer planeta. Hemos  cruzado nuestras fronteras naturales y en el mejor de los ánimos, rompimos la barrera de nuestra mente, nuestra fe y nuestro cuerpo. Insuflados de espíritu, salimos al espacio, pisamos la luna, detonamos la bomba A y la H; despertamos a todos los dioses y demonios y les dijimos: ¡Fuera, largo de aquí, supersticiones de mentes y culturas burdas! Remodelamos el mundo a nuestro antojo y se lo dimos a nuestros hijos: "Disfrútenlo", nos dijeron.

La incertidumbre es la palabra que define el hoy: un mundo roto, erosionado y sobre-poblado de humanos. La palabra que define nuestro diario trajín por las calles de nuestras ciudades. La palabra que surge en las conversaciones de toda clase en todos las casas donde dormimos, comemos; procreamos. La palabra que, definida, se resume a otras dos palabras que dicen: "no hay". La Incertidumbre del clima, del comercio; del idioma. La guerra surge de ella como del huevo nace la paloma que encarna a su antagonista: la certeza y, con ella, el relajado balanceo de una vida sin complicaciones; tumbado en la hamaca, bajo la sombra de un árbol: en paz.


http://impreso.milenio.com/node/9105251
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/02/01/actualidad/1328091796_616314.html
http://www.fayerwayer.com/2012/02/sonda-de-la-nasa-captura-raro-material-de-fuera-de-nuestro-sistema-solar/