Ondas de calor.

La despiadada e insoportable canícula se cierne sobre nosotros con su manto que hace que todo arda y se seque. Hierve la arena que quema nuestras suelas y el aire cálido inunda nuestros pulmones, secando las delicadas formas que nos permiten respirar y vivir: un lugar donde nuestras venas se abren para exponer su interior y derramar la sangre para liberar los detritos de nuestra vitalidad  y vuelta a entubar cargada con la nueva vida, el combustible para cada una de los millardos de células que nos conforman; diminutas hogueras dentro de nosotros, donde arde y se quema en eterno ciclo.

Somos calor. Nos debemos a el que, con su amoroso abrazo, nos insufla los vapores que nos hacen luchar contra el tiempo; a resistirnos contra su vigoroso e irrefrenable paso. Su ausencia nos arrebata la vida destruyendo lentamente con su partida las iridiscentes estructuras que nos forman: dejándolas sin su luz y su armoniosa danza que encandilan la noche. Somos calor. Su presencia en nuestra esencia abre camino en la inerme y rugosa superficie de la roca que nos sostiene. Mana de nosotros e irradia con irreverente fulgor el aire húmedo de la noche. Calienta el cuerpo frío de nuestro compañero cuando las frías sabanas no son suficientes para conservar aquello a quien comparamos con los más altos ideales que podemos engendrar: el amor, la vida. La trascendencia de nuestra alma esta ligada al tamaño de la hoguera que nuestro calor mantiene; a lo largo de nuestra vida.


http://www.aztecanoticias.com.mx/notas/estados-y-df/151732/-que-calor--chiapas-llega-hasta-los-44-grados

http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/441f143ff8b275f4ff9127f096a4285f

http://www.hoytamaulipas.net/notas/77599/Alertan-por-golpe-de-calor-en-Matamoros.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Pulmones

http://es.wikipedia.org/wiki/Millardo