lunes, 28 de enero de 2013
Es, entonces, el breve momento de lucidez en el exacto final de tu vida y quien anhela la muerte ya está muerto; pero vive. Un muerto-viviente. Y ahí: sientes en la piel el abrasivo beso del sol de mediodía, o el pesado velo del frío al final de la noche; en las noches de este Planeta que se seca.
"¿Y la Esperanza?" le contestó el primero. "Ese fuego interno que hace 100 siglos te saco del desierto que ahora es África? Y que, por esos días, era un paraíso que se secaba; mientras, cada año, los gigantescos muros de hielo se iban mas lejos: hacia el Norte."
"Ciertamente nos llevó muy lejos de casa". Sonreía el otro.
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/485446ac5540156dcd0ae66628f451ac
http://www.tendencias21.net/Las-grandes-ciudades-modifican-el-clima-de-regiones-situadas-a-miles-de-kilometros_a14858.html