sábado, 12 de enero de 2013
El Salvador.
EL hijo del sol dice que si su padre se enoja, mandará la tormenta perfecta y acabara con la red eléctrica y de comunicaciones humanas. Un evento del que solo pocos países saldrán adelante de un periodo en el que la actividad industrial y domestica desaparecería de golpe por meses o años. Un desastre en un mundo empobrecido de dinero y recursos que burbujea como agua en olla de presión.
Muerte y guerra de palos ante la inhabilitación del refrigerador, las bombas de agua y las comunicaciones electrónicas: Pilares fundamentales del bienestar humano allende el clima. Hemos de morir ante la fugaz satisfacción que un vaso con agua nos dará en medio de un desierto cada vez más ardiente.
¿Sera el Dios Sol capaz de salvarnos de nosotros mismos?