jueves, 24 de enero de 2013
1. La Señorita Caseez.
Para hacer que una Nación probara su fe en si misma, ella se disolvió en un medio extraño y ajeno; el paraíso y el infierno. Dono 15 años de su vida al mejor postor. El edén se convirtió en purgatorio y pasó años en la cárcel, acusada de pandillerismo organizado que secuestraba personas. Ella era la cocinera. Cuando la atraparon, la pena máxima de 60 años sería un ejemplo para los humanos de esa remota región, personas del otro lado de ese mar que nos separa.
Libre, con un recuerdo largo de casi una década entre cuatro paredes de un altiplano lejos del mar. Se declara inocente. Lavará sus culpas en privado, en la soledad de la habitación donde los demonios son invencibles.
2. La Tierra del vino y el pan.
Cuentan que una vez, en el norte, existió una Tierra donde las mil y un maravillas que cada humano pudieran inventar: eran reales. La gente vivía feliz y amorosa entre los verdes valles de las montañas altas y bajas que existían por aquella extensa comarca del Globo terrestre. Un mundo hermoso, rico; donde las extravaganzas eran cosa común y donde el infierno era un oscuro agujero lejos de todo y de todos.
Pero que vino el frío en invierno y la destruyo. La congelo hasta los huesos mientras los hermosos habitantes de esas tierras peleaban por dinero y putas.
3. Dioses y epopeyas.
Hombres, unidos o en solitario, pelean contra los dioses por el control de este pequeño planeta donde viven nuestro hijos, padres y abuelos. Lucharan incansables, tirándose unos a otros: agua, palos y piedras con la ayuda del viento, unos; el fuego, otros. Todos harán temblar el suelo y observarán el congelado rostro de la muerte en los ojos del enemigo, heridos de muerte o abandonados en el frío de la noche.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/23/actualidad/1358934106_134958.html
http://www.eluniversal.com.mx/notas/897705.html
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/e13c1238ef76f2ccdab56abe19a1fdf5