Dios y la supremacía del intelecto.
La búsqueda constante marca la incertidumbre que Dios genera en nosotros al estar su elemento -el Universo- en probada y acelerada expansión. Dios, como representación del todo -lo material, lo espiritual; el poder-, nos convierte en seres destinados a la acumulación de conocimientos y de los artefactos que con ello genere. El devenir del tiempo solo generará más incertidumbre, mas espacio entre cada cosa.
Conocer a Dios supone conocer la posición del humano sobre si mismo y sobre todo lo que lo rodea.
Los cambios de Júpiter, El máximo solar y los asteroides asesinos.
Marte y la creciente exploración de su superficie.
Saturno y la mayor torbellino del sistema solar.