Revivir a los muertos.
No hay apocalipsis sin zombies. El mito urbano dice que los días del fin comienzan cuando los muertos reviven para ser de nuevo juzgados en vida nueva. Revivir un mamut (clonándolo) se me figura una tarea similar: Lo extinto es muerto; está muerto desde que así fué por una razón inespecífica e irremediable. Hasta hoy. Traemos al mamut de regreso a habitar el mundo que destruyó el suyo; allá en el pasado lejanísimo. Un Mundo cálido donde prosperó el hombre y que bajo su reino dicta su regreso de entre los muertos.
¿Porqué revivirlo? Porque podemos. Manejamos a nuestro antojo la ciencia. Conocemos a fondo los mecanismos intrínsecos que rigen todo lo que nos rodea: la vida, el tiempo; el universo. Conocemos, intuimos; descubrimos y desarrollamos cosas, ideas; sueños. Soñamos el fin del mundo y lo escribimos: el libro sagrado del catolicismo que manda nuestra cultura (ya sea con o en contra de el) lo tiene pegado en sus últimas páginas, como el final de una larga novela. Estos días son esos que se narran.
http://www.elfinanciero.com.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=9436&Itemid=26
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2012/03/13/10481973-venus-y-jupiter-en-inusual-acercamiento-nocturno