miércoles, 11 de enero de 2012

Cuando los caminos no son seguros.
Aprendemos a usar las armas y nos preparamos para pelear. Nos volvemos duros, fríos. Ya lo somos. El río de sangre lava nuestras almas y corazones; se los lleva lejos, con la crecida.

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http://impreso.milenio.com/node/9092729
http://www.oem.com.mx/lavozdelafrontera/notas/n2380651.htm
http://impreso.milenio.com/node/9092589
http://www.eluniversal.com.mx/notas/821794.html