Lumpenia.
En una pradera oscura y tibia. Hay un mundo. Uno lleno de abundancia pero repleto de soledad. En su cálido ambiente se desarrollan historias en proporciones superlativas. En sus oscuros cuartos se desenvuelven las más viles acciones. En mi mundo: Lumpenia, todos podemos lo que se nos antoje. Somos libres, libres de morir o vivir si asi lo queremos. Libres de correr hasta el infinito o sentarse a esperar por una eternidad. Libres de matar y ser asesinados. Donde la ley es simple. Vive, come, reproduce y muere. Un conjunto de habilidades y sentidos nuevos surgen en Lumpenia. Una esencia nueva se forja entre los muros ruinosos de esta tierra abundante.
Lumpenia es linda, llena de esplendor y monumentos. Su totalidad emana de una lucha gigantesca, peleada a través de los siglos y 3n todos los puntos de su vasta extensión. Ella encarna lo mejor de toda su historia -y más alla- reunida en incontables salones donde las historias de su pasado, las de su entendímiento de lo que la rodea y la constituyen: la han construido con vertiginosa y atrevida licencia. No hay maravilla que se le compare en todo aquello donde nuestra privilegiada vista a puesto el ojo. En sus delicadas y gigantescas redes tejidas con hierro, acero y concreto hemos conjurado las más y mejores creaciones. En Lumpenia hay todo. Es un Universo gigantesco, lleno de todo lo que pudiste, puedes o puedas imaginar, construir o soñar.
¿Y quienes somos nosotros. Los que habitamos esta bella tierra cuyo nombre evoca lascivia y desprecio. Que clase de seres habitamos y usamos esta cultura? Colmados nuestros cerebros de libertad, corremos alegres y descuidados por las praderas robadas al bosque, al desierto, a la jungla. Llenos de nuestro regocijo por hablar entre nosotros de la gloria y el avance, transitamos ciegos -nublada nuestra vista por el color sin fin de nuestras luces artificiales- entre el pantano y las miasmas que nuestras máquinas arrojan para nuestro confort y solaz autocomplacencia.
lunes, 23 de mayo de 2016
miércoles, 4 de mayo de 2016
Si pudimos.
Si pudimos romper todo sin darnos cuenta. Podemos arreglarlo si ponemos atención.
Podemos hacer el tiempo y la materia. Podemos hacer el viento y el mar. Podemos hacerlo aun sin mirar. Solo basta que todos juntos, a un tono, queramos hacerlo.
Podemos hacer el tiempo y la materia. Podemos hacer el viento y el mar. Podemos hacerlo aun sin mirar. Solo basta que todos juntos, a un tono, queramos hacerlo.
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