viernes, 30 de enero de 2015
El fin del Mundo comenzó en Iguala.
Como la pólvora ardiendo, el grito de una ofensa mas -la última- levantó el clamor por un cambio de fondo. Cuando este blog comenzó, las noticias sobre la economía y la guerra se sentían como siempre en esta parte del mundo: lejos. Cuando la tormenta Manuel devastó todo en estado de Guerrero excepto Iguala, algunos se sintieron afortunados; como tocados por Dios. Cuando aquella noche de septiembre mi esposa me dijo: "hay una balacera horrible en el centro", justo a cuatro pequeñas cuadras de nosotros, quien esto escribe supo que era el principio del fin.
La muerte se había sentado sobre los huesos de nuestros amigos y parientes hacía mas de una década. El terror y el hambre acabaron con lo poco que había de civilidad; con lo poco que había aún de esperanza, minada durante generaciones abandonadas a la pobreza y la miseria espiritual. Algunos los llamaron zombis, otros ninis: seres sin pasado ni futuro, sin historia y sin lugar o trabajo entre los miles y miles de ellos, hacinados en las orillas de cada ciudad de este territorio que -aun- llamamos México.
Hoy, confrontados por el odio y el miedo, nos condenaremos a la guerra. La muerte ya no estará sentada, sino parada sobre una montaña gigante hecha con nuestros huesos quemados. Hoy, lejos y difusos se volverán los sueños de un presente prospero para todos y cada uno de los nacidos -y por nacer- en estas tierras bañadas por el sol y el agua del mar tropical. Hoy, veremos caer los pilares que aun nos alcanzan a sostener, carcomidos por el descuido y el olvido. Hoy, veremos morir el último pedazo de selva; o al último pez en el mar; o al último oso blanco. Todos mueren ¿Porque la civilización no ha de hacerlo también? En este blog hemos documentado lo que creemos son los signos de su inminente final. Pedazos que caen hacia el vacío para perderse entre las sombras y luces de eso nuevo que surge al terminar cualquier caída: la montaña de escombros. Hoy, vemos caer y caemos también.
Aún así, desde aquí invitamos a todos a unirse y soñar. Soñar con convertirse en el primer país 100% eléctrico-renovable de la historia, utilizando el poco petroleo -menos de 100 años; tres generaciones- que nos queda para construir las bases de una nueva industria que nos de primacía, autosuficiencia y nos exima un poco de la culpa por haber destruido la atmósfera del planeta. A soñar con tener en nuestro territorio puertos espaciales -bases de lanzamiento de cohetes espaciales privados y públicos- que permitan a la humanidad aprovechar los inmensos recursos que hay en el sistema solar. Soñar con unir con trenes, autos y aviones -todos eléctricos- a cada uno de nosotros, para viajar y conocer antes de morir todo lo bello y hermoso que hay aquí; antes de morir y a bajo costo, por supuesto, con trabajo para todos y sin depender del petroleo que todo lo mancha y llena de hollín. Soñemos con que cada ciudad del país, cada pueblo y comunidad tengan asegurada abundante comida y bebida, salud, ropa y techos -con paredes y ventanas con vidrio, con puertas y un jardín precioso- que los protejan contra el cruel invierno o los aplastantes veranos que habremos de vivir nosotros: los habitantes del fin del Mundo.
Soñemos y cuando despertemos: hagamos que el sueño se convierta en realidad.
http://hipertextual.com/2014/07/airbus-avion-electrico
http://es.wikipedia.org/wiki/Cambio_clim%C3%A1tico
http://www.eluniversal.com.mx/el-mundo/2014/cambio-climatico-agravar-pobreza-bm-1056542.html
http://www.vice.com/es_mx/read/normalistas-sobrevivientes-describen-la-noche-del-ataque-por-parte-de-la-policia-en-iguala
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